jueves, 22 de diciembre de 2011

Puntos de vista

Especial navideño. Primera parte.


Ya se acerca la navidad. Por no decir que se nos ha echado encima. Hemos tenido un verano muy largo, un otoño caluroso, y unas heladas poco frecuentes y tardías, al menos por estos lares. Además, por la crisis me supongo, no se han adornado las calles hasta…bueno, hasta hace apenas unos días.

Pero, ¿qué es la navidad? La navidad es una y tres a la vez. Mira por donde, como Dios. De las tres, una me agrada, la otra me desagrada, y la restante me es indiferente. Os “reto” a intentar adivinar cuál es cada una en un comentario. Al primero que acierte le doy…un mini punto, sin valor alguno…al menos de momento. Nunca se sabe.


Para empezar, es una fiesta pagana cristianizada. ¿Qué quiere decir esto? Por un lado, que la celebran los pueblos cristianos. Judíos, musulmanes, hindúes, budistas…pueden tener fiestas similares, como el Hanukkah judío. Pero la navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo, el mesías cristiano, y por eso ni tan siquiera su religión hermana la celebra. Jesucristo es solamente un profeta más en el judaísmo.
Pero por mucho que el cristianismo la haya adoptado y adaptado, no deja de ser una fiesta pagana.  Entre seguramente otras culturas más, los germanos, los incas y los romanos celebraban ese día dedicándolo cada uno a su respectivo dios del Sol. Y no es una coincidencia: en esta fecha acaece el solsticio de invierno: esto es, el día tiene, en el hemisferio norte, la minima duración del año respecto a la noche, y a partir de este momento, los días se van haciendo poco a poco más largos. Con frecuencia nos referimos a las religiones ya extintas o pasadas (la griega, la romana, la egipcia, etcétera) como mitologías, y reservamos el término religión para las actuales. Y compuestas de mitos como están, celebrar el solsticio de invierno no supone más que celebrar la alegórica victoria del Sol, la luz, el dios Sol, sobre la noche. Por esto se celebra el nacimiento de Cristo, el salvador, en este día. Al fin y al cabo, vino a sacarnos de las tinieblas y guiarnos hacia la salvación.
Siempre hay diversos puntos de vista para todo.
Lo importante es saber diferenciarlos todos.


Pero la navidad es también una fiesta consumista. Desde principios de diciembre, o incluso mediados-finales de noviembre, la publicidad en los medios aumenta enormemente. Y montones de catálogos llegan a nuestro felpudo. Si bien la mayoría de juguetes, no todos lo son.  Perfumes, ropa, aparatos electrónicos…con los juguetes para los más pequeños, son los regalos más frecuentes. Y luego están las cestas, baúles y cajones llenos de productos navideños: turrones, embutidos, mazapán, cava, alguna botella de aguardiente…y una pata de jamón. Seamos sinceros, ¿quién no quiere tener sobre la mesa en Nochebuena unas tajadinas de un buen jamón, mal que sea de paletilla? Las noticias decían hace un par de semanas que el gasto medio por persona para las fiestas “bajaría este año de los 700€ de años anteriores”. 700€ es mucho dinero, es gran parte del sueldo de muchos, e incluso algún que otro sueldo entero. Qué coincidencia, qué buena suerte, o qué mala suerte, según se mire, que las pagas extraordinarias caigan en estas fechas.


Árbol de Navidad del Rockefeller Center, en Manhattan, Nueva York.
Y por último, está el tercer punto de vista. Y es que la navidad es una fiesta familiar. Esto quiere decir que en esta época, las familias se juntan, y el ambiente en las casas y en las calles es por lo general más alegre, más…cálido. Las luces en las calles, adornos en los balcones, villancicos en tiendas y bares. Gente con maletas yendo y viniendo para reunirse con sus seres queridos. Hay quienes no se ven en todo el año, pero no falla que se junten para celebrar estos días. Reunirse alrededor de una mesa, ponerse al día de lo que cada uno ha hecho el último año, o incluso conocer a nuevos, o lejanos miembros de la familia que no habían contactado antes. Y por supuesto no puede faltar el árbol y el belén, que cada vez decoramos con mayor opulencia.

En fin, hay navidad para todos los gustos. Pero en cualquier caso, lo más importante es tener una

muy feliz navidad,

que os deseo a todos.


¡Ah! Y mucha suerte en el sorteo extraordinario de la lotería de navidad, que empieza dentro de 8 horas…solo os pediría no hacer tonterías si os toca algo importante, que hay muchas cosas más importantes que el dinero, y una de ellas es en qué gastarlo, y otra, nunca malgastarlo.


Actualizo para corregir cierta información: es el solsticio de invierno lo que se da en este día, y no el equinoccio. Mea culpa, gracias a Dani por hacérmelo notar y espero que justo esa errata no haya sido lo que se le haya quedado grabado en la cabeza a algún lector...

Si vis pacem, para bellum.

4 comentarios:

  1. jajaja Facun, eres genial :)
    feliz navidad a ti tambien, un besito!

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  2. Muy bien Facundo, una genialidad más, como nos tienes acostumbrados.Sé que te agrada la reunión familiar (por eso estaremos juntos), te resulta indiferente el aspecto mitológico (supongo) y te desagrada el consumismo desesperado de estas fechas ¿un puntito?.

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  3. ¿Cuál te desagrada? ¿La consumista? A la gente se lo ofrece lo que se le pide. Que en estas fechas haya una lluvia tremenda de publicidad, es porque la gente demanda. Y cada uno ofrece lo que tiene y puede. No deja de ser una escusa, para tener algunos pequeños excesos que a lo largo del año no se tienen. Y todo esto, hace que se mueva el dinero, que se creen trabajos, y se salven otros. Vendita navidad, que salvara a muchos de no quedarse sin negocio.
    La “pagana cristianiza” si te es indiferente. Te es correctamente indiferente. Sería muy grabe que te molestara.
    Y la familiar es a causa de las otras dos. Dependen unas de otras. Desde que nacemos y hasta que nos hacemos mayores, vivimos las navidades con ilusión, recibiendo los regalitos de los reyes Magos, o de papa Noel. Disfrutando de mesas llenas de cosas ricas que no ves en todo el año acompañado de tu familia. Poniendo un pino de navidad, viendo los pesebres que arman en las tiendas o en la calle, incluso montando uno pequeño en casa. Y así, todas y cada una de las cosas que forman parte de estos días, son extraordinarias. Tengan el origen y el motivo que tengan, no son para criticar ni analizar, son para vivirlas, y disfrutarlas, dejándote llenar de la alegría y la felicidad que provocan en mucha gente.
    Si alguien no sabe disfrutar de estos días, que se guarde su amargura, y se quede encerrado en la cama y no salga hasta que pasen los reyes.
    Feliz Navidad.

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  4. Gracias Cris! un besazo y espero que nos veamos pronto!
    Ambos acertasteis, pero no se si daros el punto, no es muy justo cuando me conocéis tan de cerca...amén de que ambos escribieseis como "Anónimo"...anónimo ya tiene históricamente muchos méritos como para darle más, no?
    Es un error creer que se ofrece lo que se pide. En realidad, se demanda lo que se ofrece, que no es igual. De hecho es lo opuesto. No se demanda más y, por ende, se ofrece más. Se ofrece muchísimo más, y es por eso por lo que se demanda tanto. Con precios psicológicos, publicidad masiva...todo eso hace que la gente enloquezca. Podría hacerse la prueba y un año anular toda esa publicidad y ofertas en navidad, y aplicarlas, por ejemplo, en abril. Ese año, en abril, habría un boom consumista.
    ¿Correctamente indiferente? La indiferencia no es correcta o incorrecta, es una opinión. Hay mucha gente a la que le molesta la parte religiosa de la navidad, y con razón. Esa gente tiene en mente las incontables barbaridades que las distintas religiones han causado a lo largo de la historia: cruzadas, inquisición, yihad, te suenan? Del mismo modo que alguien a quien le agrade este aspecto de la navidad estaría en todo su derecho, y seguramente lo hiciese por lo contrario: tener en cuenta la gente que por motivos religiosos "ayuda al prójimo". No hay respuestas correctas cuando se trata de opiniones. Sólo hay respuestas subjetivas. Decir que la religión es buena para el hombre, o que la ciencia es inútil, eso sí son opiniones erróneas, o respuestas incorrectas.
    No son necesariamente dependientes. Uno puede reunirse el 24 de diciembre exáctamente igual que el 7 de agosto o el 29 de Febrero, una vez cada 4 años. Buscar escusas para estar en familia o entre amigos no sólo es ridículo sino que es estúpido. La vida es muy corta como para racanear en buenos momentos.
    Y ahora...a esperar a la próxima navidad para ser feliz? Bueno, yo desde luego no.

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