Especial navideño. Segunda parte.
26 de Diciembre de 2011, 8:06 AM. Estoy escribiendo mientras me desplazo a 157 kilómetros por hora. Una visita relámpago a Madrid me deja como regalo el tiempo. En concreto, 4 horas y 20 minutos de ocio que me permiten saciar mi necesidad de escribir, y de leer. Me acompañan mi cuaderno, mis apuntes de filosofía, mi música, una botella de agua, un sobao, de los que se comen, y 4 pasajeros más, 2 de ellos, sobaos, de los que duermen.
Está amaneciendo mientras anuncian la próxima parada: Palencia. Creo no haber visitado nunca esta ciudad castellana, vecina de mi querida León, al menos que recuerde. Es una pena no conocer sitios tan cercanos y, de seguro, bonitos.
Dejando Palencia, con 2 pasajeros más en el vagón, el horizonte se vuelve de un intenso color naranja en su parte más baja, difuminándose hacia un leve rosa a medida que subo la mirada, y pasando por último a un azul muy oscuro aún. Me pregunto cuántos amaneceres habré visto en mi vida apreciándolos, y no solo viéndolos. No llevo la cuenta, pero diría que me sobran los dedos de una mano, y el de hoy es el 2º del año. Es una pena que el bonito contraste anaranjado-rosaceo desaparezca tan pronto por un bastante soso azul. Después de pasar una farola toda cubierta de luces navideñas, bastante extraño, paramos en Venta de Baños. Sí que creo haber estado aquí alguna vez, porque recuerdo que me hacía gracia el nombre. De pequeño, creía que realmente era una población, o un lugar, donde solamente había tiendas o fábricas de baños. Cosas de la infancia. Una pasajera más en el vagón, que pasa a mi lado dejando un intenso aroma perfumado y se sienta tras de mi.
Desaparece el rosa y el horizonte se torna amarillo por donde va a saludarnos pronto el Sol, y se enrojece hacia los lados. Pasamos un lago, o un río muy ancho, no se muy bien qué sería, con el agua tan cristalina que se reflejan todos los árboles, deshojados, de las orillas. Solo un pato solitario altera levemente las tranquilas aguas. Y debo agradecerlo a la naturaleza, porque es aquí donde quería llegar aunque no sabía como enlazarlo cuando empecé. Y es que me entra la curiosidad. ¿Y si pudiese ver lo que he vivido este año reflejado en el agua? ¿Qué vería? ¿Cómo ha sido este año?
Definitivamente es un río, porque seguimos cruzándonos con él, aunque no entiendo su enrevesado recorrido. Supongo que es como decía Bart Simpson: el agua va donde le sale. Reducimos la velocidad para alcanzar Valladolid. Los campos vallisoletanos están muy helados, y la ciudad también, a la par que desierta. Son las 8:48. El horizonte se vuelve blancuzco hasta donde se ve, y asoma de amarillo por momentos entre los edificios.
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Son las 10:32, hace un rato me desperté mientras parábamos en Ávila. El vagón, y creo que el tren entero, casi se ha llenado. 21 pasajeros más subieron al vagón, así que tuve que volver a mi asiento, el de atrás. Es que los de enmedio, con sus mesas, son más cómodos para escribir. Tanto en Ávila como en Valladolid estoy seguro de haber estado, pero de Valladolid no me acuerdo. Habrá que volver. Me encantan las vistas que hay en el trayecto de Ávila a Madrid, alguna vez tendré que recorrer andando esa naturaleza tan extensa.
El caso, en resumen, es que estaba muy motivado y me esforzaba como el que más. Pero hay que reconocerlo, era un trabajo de mierda. Claro que tuvo mucho de bueno. Y es que yo hace exáctamente un año era tremendamente tímido. Los trabajos que he tenido después de ese me hubiesen sido imposibles sin la soltura y seguridad que conseguí. Otros sucesos posteriores, también en mi querida Madrid antes de volverme, me enseñaron algunas lecciones importantes de la vida, de esas que se aprenden por las malas pero te son realmente útiles.
Terminada la visita relámpago a mi ciudad, estoy en el tren de vuelta, a las 22:42 del mismo día. No hay nada que comentar del horizonte: es todo pura penumbra.
Y ahora, ya en casa, os digo que ahora, en los últimos meses, he estado muy bien. De vuelta en mi tierra, conseguí trabajo relativamente pronto, durante sus fiestas patronales. Y al terminar estas, me enchufaron en seguida en otro puesto, relacionado. Y desde entonces, trabajar, trabajar y trabajar, que, como es lo que he querido siempre, puedo decir me ha alegrado el año. Con salud y trabajo, poco más puedo pedir, así que se puede decir que el año ha ido bien. Justo ahora, en las noticias de las 3, han enseñado que en su encuesta diaria, siendo la de hoy ¿Creen que el año 2012 será mejor que el 2011?, el 75% ha votado que no. Yo soy más optimista, y creo que las cosas irán bastante mejor. No sólo personalmente, para mi. Este año que dejamos atrás ha sido el año de, como decirlo...diría las protestas, pero eso suena a algo malo, a que nos quejamos por cualquier cosa o sin razón. De todas formas, creo que se entiende lo que quiero decir. El caso es que con estas, llamémosle, denuncias sociales se ha creado un ambiente en el que parece que cada vez más gente es capaz de comprender las injusticias que genera el ser humano en su propia sociedad, y creo que el año que viene será, directamente, el año de los cambios. Por activa o por pasiva, muchas cosas cambiarán. Algunas para mal, y otras para bien. Pero desde luego, un año aburrido no va a ser.
Es época de buenos propósitos. Pero yo os aconsejo: no os propongais nada. No quiero decir que no tengais deseos o esperanzas en que unas cosas u otras se cumplan. Pero los propósitos que la gente se hace cuando comienza el año suelen terminar siempre igual: incumplidos, y con la persona que se lo propuso deprimida por no lograrlo. Mejor vivir improvisando. Y dejar de fumar, por ejemplo, es algo que se puede hacer en cualquier momento, siempre para bien, no hace falta esperar a estas fechas para hacerlo.
Hay que mirar hacia adelante. Empieza un nuevo año, y con él, cientos de posibilidades en todos los aspectos. Siempre he pensado que uno puede conseguir lo que quiera si realmente se esfuerza en ello. Es todo cuestión de trabajo duro y sacrificio. Y de nunca echarse para atrás. Así que, mirad el reflejo en el agua, o en su defecto el de un espejo, y analizadlo: ¿cómo ha sido vuestro año?
¡Espero que tengáis todos un
feliz y próspero año nuevo!
Que acabeis bien el año y comenceis el siguiente aún mejor. Y no olvideis crear recuerdos memorables que revivir en las vísperas del año nuevo siguiente.
Si vis pacem, para bellum.
Feliz Año Nuevo 2012, Felices Fiestas, Un Saludo y Cuidate!.
ResponderEliminarY este es un mensaje de mi compañerísima de la infancia María, que no fue capaz de ponerlo como comentario (parece que no es fácil pero yo como propietario del blog no sé las dificultades que tiene comentar así que tampoco puedo ayudar con eso...). Me limito a copiar y pegar:
ResponderEliminarme gusta como escribes. y me gusta la idea del texto. y palencia no es gran cosa, pero todo tiene su encanto mas o menos evidente (a los que les gusta la historia y el arte, el romanico de palencia dicen que es bastante envidiable), la gente es acogedora y la catedral se conoce como "la bella desconocida" (imaginate por que). y yo de pequeña tenia exactamente la misma idea de venta de baños xD. yo soy de las que ven el año negro...pero puede que tengas razon, y lo que esta claro es que el pesimismo no es util para nada.
todo esto para decir que me ha gustado vaya XD
y feliz año
gracias María! me ha hecho mucha ilusión!